Cursa Ciclos Valbuena 2008

Participantes:
Jordi, José, Dioni, Joaquím, Chrétien, Toni & 1194 ciclistas más
Hora de salida (Can Bou):
8:00, desde la Muntanyeta
Hora de llegada (Can Bou):
10:00, a la Muntanyeta. Algunos antes, otros no llegaron hasta 2 horas más tarde, en ambulancia...
Kilómetros recorridos:
30

Desayuno:

Dos avituallamientos organizados por Valbuena (melecotones, plátanos, Aquarius, etc..)
Recorrido:
Muntanyeta, Purgatorio, Rectoría (1º avituallamiento), Pista Roja, Camino Real, (2º avituallamiento) Can Amat, Verja Verde, Barbacoas, Muntanyeta
Incidencias:
Nuestro querido compi de Cornellá iba rápido, muy rápido, cuando dio con el tope en la bajada hacia las Barbacoas. Nosotros somos de aquí y conocemos los peligros de dicho 'downhill', que consisten en dos topes de unos 4o cms de altura a mitad de la bajada, y en su pendiente más angular. José clavó la rueda delantera en el primero de ellos, y dio un salto mortal por encima del manillar. Tengo que decir que la bici aguantó la leche mejor que José: rompió el sillín = daño menor.

El protagonista en persona sufrió, aparte de los rasguños, un fuerte golpe en la espalda y tuvo que ser evacuado por ambulancia al hospital de Viladecans. Allí le dieron el alta 2 horas más tarde. Espero que a éstas alturas que escribo ésta crónica, unos 10 días más tarde, lo único que le sigue doliendo sea aquello que llamamos orgullo. El sillín ya está arreglado.

Resumen GPS:

Para el resumen GPS de la Cursa, por favor haz click aquí

Crónica:
De verdad, nunca me habá pasado por la mente que algún día íbamos a participar en una carrera de MTB. Jordi fue el primero en levantar el tema, más bien por la publicidad que lleva uno de sus tantos maillots. Dice que al año anterior había participado y que 'muy bien', y la cosa se queda mas o menos con este comentario.

Según avanza la temporada vamos viendo muchos maillots iguales a la de Jordi, y algunos ciclistas, pues si, los pasamos en las subidas. Caray, pienso, hemos incrementado algo de nivel. Vuelvo a mencionar el tema y noto que mis pensamientos no son huérfanos. Cada uno tenía sus ideas acerca de la Cursa, y entre Purgatorio y Rectoría, un día de Mayo, decidimos ?qué sí' a la Cursa, que esta año saldrá el 21 de Septiembre.

La suscripción es rápida y sencilla, desde Internet: nos vamos pasando los números de los dorsales y información más detallada del recorrido. Ya va en serio la cosa, y noto, tal vez inconscientemente, que los recorridos se parecen bastante al de la Cursa. Y eso que estamos solo en Julio.

El mes de Agosto me ausento por vacaciones en California, y por conseguienta de las citas domingueras. Mientras en los EEUU aprovecho el tipo de cambio del dólar y con el permiso de mi esposa adquiro una nueva máquina, una Santa Cruz Heckler. Muy diferente a la Cannondale, fiel compañera de más de 12 años, que monto hasta ahora. La nueva bici tiene doble suspensión, frenos de disco y otras cosas más que hace que pese algo así como una tonelada más que mi CAAD F500. No obstante, montar en una bici de doble suspensión te lleva a otra dimensión y noto calambres en mi mandíbula de la sonrisa que sale cada vez que voy a por una vuelta.

Regreso a Castelldefels, fuera de forma y un poco más gordo, y eso que sólo quedan 3 semanas antes que empiece la Cursa. El primer Domingo que me vuelvo a presentar en el 'Club Social' veo que Jordi y José me esperan. Vamos rumbo al Purgatorio, subida que, aunque fuerte, suelo (o debo decir ahora 'solía'?) escalar bien. Pues nada chicos, a mitad de la rampa larga me tengo que desmontar: ¿soy yo o la bici...?, y en mi mente se forman interogantes en cuanto a esa buena idea de la Cursa. Desde luego, buena noticia es el hecho de que decidimos ir a por la 'corta', de 30 kilómetros. La larga, de unos 60 kms, la probamos más o menos la semana anterior y anduve dos días con dolores musculares.

El día de la Cursa, nos concentramos, como ya es habitual, en el Banco, a las 7:30 y vamos a la Muntanyeta. Para este día tan especial, decido colocarme una cámara en el casco. Pongo memoria nueva de 2 Gigas y creo estar bien preparado.... Voy grabando algunos segmentos, que, por cierto, a posteriori parecen demasiado oscuros por la poca luz que había a éstas horas, cuando, al llegar a la Muntanyeta oigo un pitido tipo alarma desde lo alto de mi caso. Literalmente, 'no me he puesto las pilas', y la grabación que véis a continuación es testigo solitario de la última grabación que pude sacar de las pilas moribundas. Aunque, algo por poco o pequeño que sea siempre es mejor que nada.

Empieza la Cursa, y a las 8 en punto, 1200 aficionados de la bici de montaña van pedaleando hacia el Purgatorio, primera cita de la mañana y donde el pelotón se descrema sin piedad. Eso de la bici es cruel... 

El camino de asfalto que nos lleva desde la Muntanyeta a la Sentiú es lo suficientemente suave para que alguno/as intenten animar la peña, pero una vez llegados al Purge, el silencio verbal es casi total. Oigo respiros fuertes, algún que otro taco, escucho cadenas y derailleures mal engrasados. También se oye como las alarmas de los cardiómetros se disparan; las conversaciones lúdicas cesan. Todo el mundo es 'back to business'.  A Toni, Dioni y a José ya no les veo, lo cual no me sorprendo. En el primer trayecto dejaban a la mayoría de los participantes atrás y iban muy disparados. Tampoco veo a Joaquím ni a Jordi. No me han pasado, de esto estoy seguro, pero en papel yo soy el más malo (¿o el menos bueno...?). Enfin, ya los veré arriba en la Clota, o en el 'Bar Móvil'.

A mi manera sigo dando martillazos a los pedales hasta que, por fin, la coronación del puerto: el Purge vencido. Consulto el cuentakilómetros y veo que de tiempo nada mal. Dioni me espera en el avituallamiento, de José y Toni, ni rastro, ni siquiera Dioni, que lleva 5 minutos dándole que te pego a los Aquarius y naranjas, los ha visto. Hablamos un moment y él decide continuar. Yo me quedo esperando a Jordi y Joaquím. No tardan mucho en llagar y después de tomarnos nuestros refrescos, seguimos la Cursa juntos, rumbo hacía la bajada de Rectoría y la Pista Rojo. Por fin estoy en mi terreno, y gracias i) a la bici y ii) a mi peso, me lanzo hacia el vacío de la bajada de la Tierra Roja. La bici se comparta de maravilla y me noto sonriendo. Incluso voy pasando conconcursantes en el estrecho 'singletrack'.

Hasta topar con otra subida, de las fuertes de éstos que duelen hasta el pelo, que me parece se llama Camí Reial, y a todos a los que he pasado en la bajada, ahora me van pasando, uno por uno, sin excepción. Pero nos espera otra parada, a principio de una bajada rápida que nos lleva a Can Amat. Espero a Joaquím y a Jordi, y de nuevo soltamos los frenos para afrontar la última parte de la carrera. Voy lanzado y encabezo el grupo en el primer trayecto, que nos lleva desde la Pista de Asfalto hasta la subida de Can Amat vía una trialera guapa y, para mí, nueva.

En la cuesta de Can Amat hasta la Verja Verde, la canción se repite. Parece que estoy parado: a la izquierda, a la derecha, por arriba y por debajo me van pasando otros competidores. A lo lejos oigo un ruido familiar: son los sonidos que emite el pedalier, o la tija o no sé qué parte de la bici de carbono de Jordi, y no mucho más tarde también él me adelanta. Saco el teléfono del maillot y decido llamar a mi padre, en Holanda. Hoy es su cumple y no quero olvidarlo. Con una mano en el manillar, en otra el teléfono sigo mi camino mientras felicito a mi papá y parece que el tiempo, y los metros pasan más de prisa. Llego a la carretara que une Begues con Gavá, la cruzo mientras un Policía para el tráfico (qué lujo), cuelgo el teléfono y vuelvo al ataque. Veo a Jordi a unos 200 metros delante mío y me concentro.

No obstante, mi concentración es mejor que el estado de mis piernas porque no le alcanzo. Una pequeña esperanza me espera en la bajada (esa donde se cayó José) cuando paso a Jordi. Incluso salgo del sillón para dar más Newtons a los pedales, pero en le subidita final el ruido de la bici de Jordi anuncia otra vez que mi alegría era de muy corta duración. Ya no le vería hasta la meta. De aquí hasta la Muntanyeta, pocas cosas nuevas. Es todo terreno conocido y voy como voy.

Al llegar a la meta me entra una sensación de alegría. Consulto mi cuentakilómetros y noto que he mejorado considerablemente el tiempo en comparación con trayectos similares. Veo a Toni, Dioni y Jordi, tomando una cervecita. De José, ni rastro. Veo como llega Joaquím, justo detrás mío, pero seguimos sin saber de José. Suena el teléfono y mi mujer me da la noticia de la cáida y que no le esperemos. Unos minutos más tarde podemos contactar él por teléfono y todo parece estar relativamente bien. Nuestras respectivas esposas llegan con los niños y nos felicitan. Creo todos nos sentimos un poco campeón

Esta crónica es un poco más larga de lo normal, pero quise (léanse 'intenté') transmitir en cierto modo la evolución de cómo se llega a competir en MTB así como las sensaciones vividas durante la Cursa. Desde aquí, muchas gracias Vaselina. Creo que cada intergrante ha aportado su grano para que fuésemos capaces de lograrlo. No en último lugar gracias a Ciclos Valbuena por la excelente organización, el buen ambiente y los buenos cuidados prestados a nuestro co-biker José.

Hasta 2009.

Con Vaselina menos gasolina...