Miércoles, 17 de Diciembre de 2008 / Rat Penat

Participantes:

Chrétien (en solitario)
Hora de salida (Casa):
8:50
Hora de llegada (Casa):
10:00
Kilómetros recorridos:
15,5
Desayuno:
No
Recorrido:
Casa, La Pleta, Morellá, La Pleta, Paseo Marítimo, Casa
Incidencias:
No
Climatología:
Cielo azul, poco viento, fresquito

Crónica:
En un principio iba a salir ayer, martes, con Toni y sus vecinos, porque hoy él tenía un compromiso de trabajo al cual no podía faltar. Pero los dioses del tiempo, por enísima vez, no qusieron que fuera así y frío y lluvia nos mantuvieron en casa.

Así que esta mañana, nada más levantarme me acerqué a la ventana. El cielo 'prometía'; donde ayer no había ni un cacho de azul, hoy el intenso azul no deja lugar a las nubes cargadas de agua. Además, se nota un ligero ascenso de temperatura lo cual siempre es bienvenido.

La crónica de hoy se desmarca por ser cortita, igual como la escapada. En una salida solitaria hay poca conversación (si la hay no la transcribo aquí por si algunos de ustedes creen que me he vuelto loco) y tampoco creo que haya mucho interés en un monólogo ciclístico. Además, se desmarca por 3 circunstancias (y una cuarta que se deriva de la tercera...) más bien inusuales:

1.- Salgo solo (es la seguna vez que lo hago desde que existe Vaselina)

2.- He subido Rat Penat entero en plato mediano

3.- He salido SIN mochila y vejía de agua

4.- He montado un portabidones en la Heckler (en la crónica más)

Como ya anunciaba, la climatología promete. Como voy a salir sólo no hay presión de tiempo y preparo el desayuno de mis tres chavales con más calma. Cuando su madre se marcha con ellos para llevarlos al cole, yo sigo detrás. Objetivo Rat Penat.

En la bajada inicial me siento semidesnudo. Donde normalmente cuelga una mochila con 2 a 3 litros de agua y unos cuantos trastos, ahora noto un gran vacío aunque no desagradable. Sólo tardo 7 minutos en pedalear los 2,5 km. que sepana Rat Penat de mi Casa. Me paro para quitarme el cortavientos y, como no llevo la mochila, la coloco en uno de los bolsillos del maillot. Cabe bien. Aprovecho también para beber un poco de agua. Sin Camelbak me he visto obligado de montar un portabidones en mi Santa Cruz. Lo que pasa es que el modelo particular de esta marca que monto, la Heckler, tiene la preinstalación en un lugar extraño, en la parte baja del tubo inferior. Igual la foto lo demuestra bien. Beber mientras vas en bici es casi imposible y si quiero beber me veo obligado a parar.

En esta foto se puede ver la extraña colocación

del portabidones de la Heckler

Hoy me he propuesto subir en plato mediano, solo y únicamente para ver hasta dónde voy a llegar. En un último recurso siempre me queda la pequeña. Las primeras curvas bien, apenas noto la diferencia. Por fin estoy cogiendo algunas frutas de tanto salir. Sigo mi particular miniexperimento cambiando piñones donde se puede o debe. La primera prueba es la tercera curva de 180º. Ésta tiene una pendiente bastante grave pero luego el tramo se suaviza. Supero la prueba y veo que la cosa pinta bien. Poco a poco me estoy acercando a la rampa seria, la rampa que separa Rat Penat de otras montañas y que le da un sello especial: 300 metros con una inclinación de 24º. Con velocidad mínima pero constante supero también este tramo. Lo que sigue ya no es tan difícil. Estoy feliz y me noto sonriendo. La Pleta no queda lejos y con unos esfuerzitos más llego allí.

Desde esta parte hasta la primera rampa que sube a la Morrella hay un llano, o semillano. Aprovecho para descansar un poquito yendo a velocidad mínima, no quiero parar. Intento beber, pero no llego al bidón sin ponerme en peligro. Decido esperar para no interrumpir el momentum.

Llega la rampa temaria y como siempre me desanimo solo por verla. Bajo unos piñones para ir al 5 para tener una cierta reserva, pero esta reserva se agota nada más colocar la rueda delantera en la rampa. Son solamente 50 metros pero de una intensidad enorme. De hecho, aquí no se puede parar. Si frenas no te quedas parado sino te vas hacía atrás...

Aprovecho la poca velocidad que tengo para colocar la cadena en el piñon 1 (el plato inmovible en el 2) y ataco. Me pongo de pie, me vuelvo a sentar, otra vez me levanto..., y así llego a la curva donde la pendiente se convierte en menos peligrosa.

Para mí, prueba superada. Aunque faltan unos 500 metros para llegar a la Morrella, éstos son de poca importancia y vencidos en aun menos tiempo.

En la bajada, a medio camino, avisto cómo un ciclista va subiendo. Por la velocidad tengo lágrimas en los ojos y no puedo ver bien. Trabajo los frenos un poquito y me doy cuenta que es el barón Rojo. Se le habían cancelado su reunión y aprovechó este hueco en su agenda para ver si me pillaba. Charlamos un rato y durante un momentín se me ocurre volver a subir para acompañarle. Pero una vez consulltado el reloj decido dejar la salida de hoy tal y como está. Nos despedimos con la intención de hacer algo mañana por la tarde.

Por hoy vale, 15,5 km, en plato mediano es como si fueran 31 km... Los sumo (los 15,5) al contador.

Con Vaselina menos gasolina...