Sunday, January 11, 2009

Domingo, 11 de Enero de 2009 / Can Ferral, Seis Curvas, Trialera Rectoría, Basuras


Participantes:
Chrétien 'El Cronista, Dioni 'El Trencapins', 'Carbono' Jordi, José 'El Volador de Cornellá' & Toni ' El Barón Rojo'
Hora de salida (Can Bou):
7:30
Hora de llegada (Can Bou):
11:15
Kilómetros recorridos:
39
Desayuno:
Si señor, como viene ser de costumbre en el Tropic en Begues: hamburguesas de medio metro de diámetro...


Recorrido:
Can Bou, Can Ferral, Seis Curvas, Pista Roja, Trialera Rectoría, Tropic (cerrado), Carretera Begues, Burriquito, Tropic (abierto esta vez), Purgatorio, Campo de Tiro, Basuras, Castillo, Petrocat para lavar las bicis, Can Bou
Incidencias:
Bueno, no realmente una incidencia pero merece la pena ser mencionada. Jordi tuvo que dejarnos a medio camino porque se le sale el anclaje de aluminio de la 'chainstay' de carbono por lo que la rueda se descentra. Esperamos que esto tenga arreglo.
Climatología:
Fresquito pero como los cielos estaban despejados muy agradable. Nada de viento.

Crónica:Por fin los dioses del tiempo nos dan una tregua. Aunque la temperatura sigue siendo baja, el cielo superazul, lo cual se agradece después de no sé cuánto tiempo de nubes, lluvias, nevadas y demás incidencias climatológias que no gustan demasiado. Menos mal sólo faltan 9 semana para que llegue la primavera, estación preferida por este autor. Y hablando de fechas, a finales de Febrero, Vaselina llevará un año (aunque no con este nombre) recorriendo las montañas de Castelldefels, Gavá, Begués y, porque no, Collserola. Aún no sé si lo vamos a celebrar, y cómo en el caso afirmativo, pero se me pasa por la cabeza y pienso que vale la pena ser mencionado.
Hoy, las pistas muy encharcadas. La nieve derritida y las lluvias abundantes han dejada el suelo como un pantano fangoso. Consecuencia, las bicis, todas muy limpias y bien engrasadas antes de salir, no lucían su color original al final de la salida. La foto inicial de este blog habla por sí. Pero como he dicho en otras ocasiones, una bici de montaña está para montarla. Si queremos una máquina limpia, mejor escoger otro deporte. Además, un manguerazo al final del recorrido deja la bici otra vez brillante.
Con este apunto, llegamos a la crónica.

Subo con bici en hombro por las escaleras para el encuentro con mi coche. Llevo una matrícula de cartón, un poco chapuzas, en mi otra mano debido al incidentillo que tuve la semana pasada con la policía local (ver crónica de la semana pasada). Coloco Heckler y placa de cartón y me pongo en camino. Pero ha funcionado mi madrugón y consiguiente obra de arte. En casi el mismo lugar que la semana pasada me vuelvo a encontrar con un coche de patrulla, pero no me paran. Enfin, no serán los mismos o tal vez iban a casa ya. Lo sabré cuando realmente me vuelvan a parar.

Ya veo cómo Toni abre la puerta de su garaje y José, Jordi y Dioni no tardan mucho en llegar. Joaquín se ha escusado por una lesión en el tobillo: que te mejores sherpa, sin tí nos perdemos los mejores caminos (o simplemente nos perdemos..).
Salimos, y mientras pedaleamos por el aún oscuro Castelldefels decidimos volver a correr por los mismos caminos que la semana pasada con el único variante de subir por las Seis Curvas en vez que por el Cementerio de San Climent. La dificultad es muy similar e igual de bonito. La idea inicial era subir Montau en busca de la nieve, pero las relativamente altas temperaturas de los últimos dos días han hecho desaparacer la manta blanca y los caminos allí arriba deben de estar practicamente 'inbiciclables'.

Vamos hacía la Hípica de Gavá y Jordi nos enseña en la primera parada el problema que tiene su bici. Su cuadro es de carbono y en el anclaje del 'chainstay' (vaina) con la pletilla del desviador trasero sale. La consecuencia es que la rueda se descentra y toca la vaina, incluso más con el barro acumulado en la goma del la cubierta.
En la bajada de la Hípca las primeras deslices. El agua torrencial ha cavado grietas enormes y profundas en la pista y dificulta nuestro paso.

Desde allí a Can Ferral. También, baches, grietas, y barro mucho barro. El brillo de nuestras bicis ha sido desplazado por una fina capa (inicial) de barro pegagoso. Nos encontramos con más 'bikers'; parece que el buen tiempo despierta a la comunidad bicicletera de nuestra zona. Subimos por Parque Gavá hasta desviarnos hacia la derecha, abajo, por una bajada cuyo nombre ignoro, aunque la he recorrido en varias ocasiones, tanto de subida como de bajada (si alguien sabe el nombre, por favor que deje un comentario al final, gracias).

Abajo, la primera sorpesa (habrán más) de la mañana. Un charco con una profundidad de unos 40 cms. El cronista, que va primera, la supera sin mojarse gracias a una técnica poco ortodoxa que consiste en coger velocidad y subir la piernas. Pierdes equilibrio, pero no te mojas los pies. Este momento merece ser gravado para la eternidad y hago parar a la peña para sacar la cámara y su consiguiente grabación. Disfruten, primero va Dioni, seguido por Jordi y José. Escucha lo que dice al final... Toni, al verme sacar la cámara la cruzó antes de caer víctima también de la lente sin perdón:


Tocan las Seis Curvas, que de hecho son mucho más, pero ya lo hemos comentado de sobra en otras entradas, y acto seguido la Pista Roja. Igual que la semana pasada la subo bien y llego tercero, después de Toni y José. Que, de hecho, es ser primero porque éstos dos son un fuera de serie. Así pues llego arriba, solo para oirle decir a Toni: "no sabía que se podía subir la Pista Roja en plato mediano...". Mi hazaña se queda en la absolutamente nada.

Nos paramos un momento para ver cómo está la bici de Jordi y por el momento parece aguantar con unos martillazos con una piedra para volver a encajar las piezas. Además comentamos brevemente la actuación de los Guardia Forestales que han parado un peña de motoristas y cuadtristas (se escribe así?). Éstos se saltan cadena y ahora pagan la debida multa por estar en terreno que no les corresponde. Bravo Guardias.

Vamos a la derecha, hacia la Trialera de la Rectoría. Gusta, tanto de bajada como de subida. Toni, José y Dioni nunca la habían recorrido a la inversa. Los tres gozan, de hecho es un camino muy bonito. Frondoso, estrecho, muy técnico; raíces, desniveles, rocas, aunque no demasiado inclinada que hacen que su coronación sea muy disfrutable. Una vez arriba ponemos piñon pequeño y plato grande para dar rumbo al Tropic. Llegamos, y 'm c e l p...', cerrado. ¿Somos tan rápidos que llegamos a los sitios antes de que abran? 
Desde luego una sorpresa, la segunda. Pero hay esperanza. Mientras barajamos opciones sobre qué hacer, una moto se acerca y aparca. Es el dueño, Sergio, y dice que en 15 minutos tiene el pan y café calientes. Nos va conociendo, lo cual es bueno.

Para no enfriarnos decidimos ir hasta la carretera hacía Gavá, bajarla hasta el Burriquito de Can Planas, y volver por la pista que va paralela a la carretera, unos 5 kilómetros. Jordi nos deja, no se siente seguro encima de su bici y prefiere ir a casa para ver qué es lo que le pasa. Jordi, ya nos dirás algo en el apartado de comentarios... Que sea nada! (Al final está el relato del Carbono con sus momentos vividos en el Purgatorio.)

Paramos otra vez para contemplar la vista. Al fondo se ven las montañas nevadas del Monseny, un espectaculo visual.


En Can Planas, recien subido el Burriquito. Al fondo se pueden ver los
picos nevados del Montseny. Los cielos superazules. Nuestro territorio...

Cuando llegamos, irreconocibles por el barro, el bar está abierto. Afuera, una mesa con 4 sillas: una indirecta? Hay solecillo, pero el tiempo no está para sentarse fuera, desde luego no con los zapatos lleno de agua. Optamos por entrar y no hay problema. Pedimos los piscolabis, acompañados por una hamburguesa de enormes dimensiones. Dos para cuatro son más que suficientes.


Hamburguesas enormes quitan el hambre, aunque no los quilitos demás que
hemos adquiridos en las fiestas que hemos dejado atrás

Son las 10:30 ya y es hora de irnos. Como siempre, vía el Purgatorio, aunque esta vez volvemos a subir por el Campo de Tiro. Un palo, pero más rápido porque te deja practicamente en el pueblo. Es una bajada por asfalta y las velocidades que se llegan a tener aquí realmente pueden ser altas. Mi récord, 71,76 km/h lo logré aquí, en un día de verano y con la Cannondale. Hoy, aunque bien arriba en los 60's, ir más rápido es peligroso poque la carretera está mojada en algunos tramos.

Ahora tocan Castillo, pueblo y llegamos a Petrocat para dar un tatamiento de amor a las bicis que nuevamente (con la excepción la de Jordi) nos han devuelto sano y salvo al club. Son 39 kilómetros que marcan mi cuentakms. por lo que 39 kms serán los que sumo al contador. Éste último, desde luego, promete. Estamos ni siquiera a la mitad de Enero y hemos superado ya los 100.

Hasta la semana que viene. Igualmente se suma un nuevo integrante a Vaselina. Se trata de mi amigo holandés Chris, que quiere volver a coger la bici pero esta semana no pudo por un problema técnico (en holandés, técnico se aplica también para expresar 'miedo...').

A continuación, el relato de Jordi, que me lo envió más tarde por email.
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Cuando os he dejado, me he ido para la clota, pero me he perdido, me daba el sol de cara y he acabado en el cementerio, he ido montaña a través hasta que me he encontrado el camino de siempre.
 
Una vez en la clota, me he encontrado con dos parejas de bikers, yo he parado a beber un poco de agua y ellos se han ido hacia le purgatorio.
 
Como habreis observado la bajada empezaba muy mal, pues los 4 bikers han sido muy prudentes y han aminorado la marcha, esto me ha permitodo sobreparsarles, a pesar de mis problemas técnicos.
 
Cuando he llegado al campo de tiro me he parado para coger una piedra y hacer lo que todos sabeis, entonces me ha pasado uno de los bikers, que por cierto llevaba una doble!!
 
A todo esto, arranco y lo sigo, me viene a la cabeza las últimas palabras que me habeis dicho antes de irnos, "cuidado con el purgatorio que estará resbaladizo" y me lo he empezado a tomar con calma...pero el biker de delante mio no iba todo lo mínimamente rápido que yo creia que era lo correcto y decido pasarlo.
 
Entoces he mirado de reojo la rueda trasera y la he visto en buenas condiciones y me he animado, iba oyendo como el biker iba detrás mio y pensaba que me pasaría pero cuando he encarado la primera curba del purgatorio he soltado el freno delantero y he bajado a tumba abierta, eso si, trazando lo mas prudente que podia y usando alguna derrapada, a pesar de que no las tenia todas (siempre me acuerdo cuando Chretien torció la rueda). Resumiendo llego al final del purgatorio, me paro y cojo otra piedra...entonces a los 15 segundos mas o menos llega el biker y me dice, "estaba un poco mal la bajada, no?" y yo pensando "si fueras un VMT (vaselina member team), sabrias que las bajadas son lisas para nosotros", y le respondo "si estaba un poco mal, pero mejor que el miercoles que estaba nevada...y arranco dirección al petrocat a limpiar la bici.
 
Mucha vaselina
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Habló el Carbono...

Con Vaselina menos gasolina...

2 comments:

  1. El blog de hoy ha sido reeditado y he añadido el relato de Jordi. Merece la pena ser leído.

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  2. Te vamos a apuntar al programa 'Sobrevivientes'... Al final te cambiamos el mote en algo de Mc Gyver. Donde él prepara bombas plásticas con chicle y una cerilla, tú, querido vaselinero arreglas bicis con piedras para luego ponerlas a prueba en la montaña más dura de la comarca.

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