Martes, 20 de Enero de 2009 / Parque Gavá, Seis Curvas, Torellas, Purgatorio

Participantes:
Antonio, Chrétien, Juan Manuel y Toni
Hora de salida (Can Bou):
8:15
Hora de llegada (Can Bou):
12:00
Kilómetros recorridos:
47
Desayuno:
Si, hemos ido al Caliú, en Begues. hace mucho que no vamos. Tortillas, bocatas de pinchos, medianas, CC 0 (Coca Cola Zero) y cafecitos
Recorrido:
Can Ferral, Seis Curvas, Torrellas, Rectoría Begues, (Caliú), Purgatorio, Montemar, Can Bou
Incidencias:

Sin incidencias, aunque hubo dos 'casi incidencias...'
Climatología:
En contra del prognóstico, cielos descubiertos, temperaturas bien agradables aunque después del almuerzo éstas empezaron a bajar un poco.

Crónica:
Hoy es el día 20 de Enero de 2009. Mientras nosotros vamos en nuestras bicis recorriendo territorio, quemando neumáticos y calorías, los EEUU, y de hecho el mundo entero, se prepara para un momento histórico. Hoy, el Ex Senador de Illinois, Barack Obama, toma posesión como presidente del país aún más poderoso del planeta. Nuestras espereranzas en él son bien altas y espero que, aunque sólo cumpliese con una cuarta parte de lo que dice que va a hacer, el mundo será diferente, mejor.

Hoy he vuelto a salir con Toni y sus vecinos Antonio y Juan Manuel. Ellos conocen muchos caminos y hoy lo han vuelto a demostrar. Hemos bajado, desde el Parque de Gavá, hacía Torrellas, una ruta que tenía pendiente y que, desde luego, ha gustado mucho.

Antes de salir de casa, incluso antes de darles un beso a mi mujer y tres chicos, vuelvo a chequear el tiempo. Donde ayer dijeron lluvias y vientos polares muy fríos, hoy se han vuelto a rectificar. Cielos medio cubiertos, pero con mucho frío. Pues, como han podido comprobar en el resumen de la ruta de hoy; se han vuelto a equivocar. Mejor para nosotros, ya que hace un día muy agradable. Nada de viento y poco a poco el sol va dejando ver su cara bonita.

Cuando llego a Can Bou, al club debo decir, me esperan Juan Manuel y Toni. Anonio llega un ratito más tarde porque no confiaba demasiado en la meteorología. Me muestra cómo ha soldado, en TIG, la patilla del cambiador trasero que tenía partido desde hace algún tiempo. Ha quedado perfecto, y según él 'por allí ya no se rompe.'

Vamos pedaleando rumbo a la Hípica de Gavá para que éste nos dé salida a Can Ferral. Ambos caminos clásicos ya. Hace calor y paramos un momento para quitar trapos. Llegamos a Can Ferral y no hay nadie. Este punto suelo ser un vaivén de ciclistas pero parece que en un día de entresemana tenemos las montañas para nosotros solitos. Somos afortunados.

A medio camino nos desviamos hacía la derecha para ir hacía las Seis Curvas. Hay máquinas escavadoras de los forestales que están perfeccionando los superficies para que éstas estén en buen estado en caso de incendios con cara hacia el verano. La tierra está muy suelta y de hecho tenemos que trabajar para bajar, una sensación rara. La arena frena mucho y hace bailar las ruedas de BH, Giant, BPro y Santa Cruz.

Llegamos al sitio de agua, donde hace dos semana tomé el video, y lo pasamos sin mojar pies. Hay agua todavía pero el nivel ha bajado bastante.

Ahora toca un trozo que gusta mucho. Un cortafuegos que serpentina entre árboles y donde hay poco desnivel. La superficie es arenosa y muy compacta. Aprovecho el momento para sacar la cámara del chaleco y gravo un vídeo. Hablo con Toni, mientras Antonio va por delante. Juan Manuel está justo detrás mío.

La alegría dura poco. Sabemos que este camino, que Toni llama Camino del Medio, nos lleva a las Seis Curvas, otra subida legendaria. Me paro un momento para quitarme más ropa y comienzo a subir. Parece que por fin me he acostumbrado tanto a la bici como al caucho trasero. El Geax me empuja hacía arriba sin que patine y de hecho no tengo los más mínimas problemas en este ascenso. Arriba en el Camí Ral, hacía la izquierda. Nos quedan dos ramponas fuertes, una bajadita por un jardín rocoso y desde allí dejo que Antonio vaya primero.

Toca la bajada hacia Torrellas, un descenco no sin peligros. Está orientada al Norte y el suelo es barroso. Además de la pendiente, las rocas y raíces hacen que esta bajada sea una aventura. Intento seguir a Antonio, experto en bajadas, pero me es imposible. Hay un momento donde el camino casi se separa en cuatro, tantas zanjas hay. Por poco pierdo el equilibrio y se me mete la rueda delantera en una. Intento frenar pero el barro y la velocodad no me dejan. Veo cómo otra caída se acerca. Pero, y de verdad no sé cómo, vuelvo a sacar la goma de la zanja y salvo un movimiento poco elegante logro mantenerme encima de la bici. Mi corazón está en la garganta y acto seguido reduzco la velocidad. Madre mía, qué susto.

Abajo, donde ya ha llegado Antonio, esperamos a Toni y Juan Manuel que han optado por la vía, y velocidad, seguras. Me hago un memo mental que tengo que empezar a tener cuidado en las bajadas.

Llegamos a la carretera y giramos a la izquierda, por una carretera llena de baches y a medio asfaltar que nos lleva a la Rectoría. Son tres kilómetros no muy fuertes aunque sí pesadas. Juan Manuel, Toni y un servido intentamos aligerar el esfuerzo hablando de política y algún que otro asunto económico de interés nacional.

Después de haber 'mejorado el mundo' llegamos a la Tierra Roja y Rectoría. Toca el almuerzo y decidimos visitar un viejo conocido, Bar Caliú. Antes íbamos mucho pero por no sé qué razón no hemos vuelto después del verano. Justa antes de llegar, una curva con visibilidad nula. Antonio va primero cuando de repente sale un coche con mucha prisa de una calla cuya existencia desconocimos. Por suerte va en su bici con frenos de disco y llega al punto de casi, por centímetos, rozar el carro, con las consecuencias consiguientes. Un susto enorme que luego se quita con un carajillo.

En el caliú el ambiente no ha cambiado (menos ciclistas pero no hay que olvidar que es Martes) y los bocatas igual de buenos que antes. Lo que echo en falta es el calendario encima de la nevera...

Mientras disfrutamos de los alimentos vamos comentando rutas y una posible escapada a Montserrat, ida y vuelta, unos 120 kilómetros. Me suena a algo enorme pero desde luego despierta intereses.

Volvemos por el Purgatorio. La temperatura ha bajado bastante mientras estábamos en el bar y nos cubrimos. Las bicis casi van solas, tantas veces han rodado por este camino. Aprovecho para sacar una foto de mis compañeros mientras van por delante. Me estoy haciendo un experto en manejar la cámara con bici en marcha.

Desde Begues hacia el Purgatorio. De izq. a drcha:

Antonio, Juan Manuel y Toni.

La bajada la realizo con calma. El Purge, a raíz de las lluvias y nevadas de los últimos meses se he convertido en algo malo y prefiero ir despacio.

Abajo, tomamos el camino que va la perrera y luego a la carretera de las basuras. Para llegar solo falta el Castillo, Montemar y Avenida Granada. Aquí me despido de los demás y yo sigo en solitario hacia mi morada, a 5 kilómetros. Llego, lavo la bici con la manguera y consulto el CK: 47, olé...
 
Con Vaselina menos gasolina...