Martes, 13 de Enero de 2009 / Parque Garraf, Begues, Repitidores, Purgatorio

Participantes:
Juan Manuel, Antonio, Toni y Chrétien
Hora de salida (Can Bou):
8:15
Hora de llegada (Can Bou):
11:30
Kilómetros recorridos:
43

Desayuno:
En el Tropic. Tortillas, Pinchos, medianas y los cafés, vamos, de señoritos
Recorrido:
Can Bou, Sentiu, Can Ferral, Parque Gavá, Begues, Repetidores de la izquierda, (Tropic), Purgatorio, Castelldefels, Can Bou
Incidencias:
No
Climatología:
Bastante frío pero los cielos muy azules. El sol ha ido calentado el panorama poco a poco. En resumen, un día perfecto.

Crónica:
Hoy, según las creencias populares, no debería haber salido en bici. Hoy es Martes, día trece... Pero como fui de invitado para salir con los vecinos de Toni, Juan Manuel y su hermano Antonio, no pude resistir la tentación y decidí afrontar el destino.

Juan Manuel y Antonio son dos hermanos, vecinos del Barón Rojo y son más o menos los que le iniciaron a la bici de montaña y que le enseñaron los miles de caminos y pistas que hay en nuestra zona. Ellos llevan muchos años practicando este deporte y se nota. Ambos poseen mucha técnica, aunque en ámbitos distintos. Donde Juan Manuel sube las montañas con mucha facilidad, a su hermano le encanta bajarlas con mucha velocidad. Esta ha sido la segunda vez que he tenido el honor compartir ruta y mesa con ellas. La primera vez fue en Julio del 2008. Desde entonce nuestos caminos no se han vuelta a cruzar por razones climátológicas. Enfin, espero que no haya sido la última.

Hoy nos hemos topado con muchos ciclistas para ser un día de entre semana y no estamos acostumbrado a ello, ya que los martes, miércoles y jueves, días que suelo salir, por regla general hay bien poca gente poblando los caminos. Otra muestra de que nuestro deporte está vivo y que haya afición. Pasamos a la crónica.

Son las 7:55. Subo las escaleras de mi casa con prisa, para en seguida bajar la cuesta que separa el Paseo Marítimo de mi casa con velocidad de vértigo. Hay tráfico, gente que, como yo, no quiere llegar tarde a su cita, ellos a su trabajo, me imagino, yo a mi cita ciclísta entresemanal.

Llego a la carretera y voy con una media de 29, casi 30 km/h dirigiéndome al club. No tardo mucho y mientras estaciono la bico veo como Toni se asoma por la puerta de su garaje. Antonio va llegando también a casa de su hermano y acto seguido nos enfilamos hacia Can Ferral. Hace mucho que Juan Manuel y Antonio no salen, además la ola de gripe también ha llamada a su puerta. No obstante, no quieren perderse salir en bici en un día tan perfecto como hoy. Por lo tanto escogemos una ruta guapa, no demasiada exigente para que todos podamos disfrutar. De esto se trata, disfrutar de estar al aire libre y gozar de los paisajes especatulares de nuestra tierra. La foto superior lo demuestra. Está tomada en el lugar donde la pista del parque de Gavá se converge con la carretera que sube desde Gavá a Begues.

Decidimos subir a Begues por Parque Gavá, una subida larga pero sin rampas rompepiernas. El suelo, parace que ha absorbido toda la humedad que cayó en las últimas semanas; nieve, lluvia y rocios intensos. De hecho, está perfecto. Los nuemáticos de nuetras Giant, BH y Santa Cruz se agarran bien mientras no nos parece demasiado duro pedalear. El frío reina todavía a estas horas. Los pocos charcos que han aguantado la evaporación térmica están cubiertas con una fina capa de hielo. Estamos bastante abajo y nos imaginamos lo que nos espera ahí arriba en Begues y aún más alto en los repetidores, el destino de hoy.

En el últimos tramo notamos la tierra más suelta, más pastosa. Ésto debido a una máquina excavadora que avanza cuesta arriba y cuyas ruedas ablandan el suelo. Le pasamos y no mucho más tarde llegamos a la carretera a Begues. Nos esperamos para recibir a Antonio, al que le cuesta hoy subir, no en última lugar por la bici que 'calza'. La suya buena está en el taller. Cuando llega nos volvemos a poner en camino. Begues ya no que muy lejos, unos dos o tres kilómetros en carretera. En principio vamos lentos para acompañarle a Antonio, pero pronto nos deja 'luz verde' para adelantar y Juan Manuel, Toni y un servidor bajamos unos piñones para ascender con una velocidad, bueno por lo menos para mí, que no sabía que se podía alcanzar en bici de montaña en este tramo. Vamos a 13 km/h, pfff. El último tramo, después de la curva del Burriquito, aumentón y veo que el ck (cuentakilómetros) marca la nada envidiable marca de 15 km/h, whhaaaw, me siento bien. Damos unas vueltas a la rotondo para esperar a Anonio que se ha parado a medio camino para quitar algunos trapos. Ha entrado en calor; a pesar del frío, el sol se ha colocado firmamente en el cielo y la rampa hace lo demás.

Llega Antonio y yo ya sueño con media bocata de pinchos en el Tropic. Pues ni hablar. Como comenté antes, los hermanos Chica son muy experimentados y no se quedan con medias salidas. Es justamente el mismo Antonio que sugiere subir un poco más, por ejemplo a los Repetidores. Veo como mi almuerzo debe esperarme un poco más.

Los Repetidores, los de la izquierda viniendo de Gavá, es una subida bastante complicada. Inicialmente hay pocos grados de inclinación, pero según se va avanzando el camino se pone cada vez peor y más complicado. Hay baches, hace frío porque está dentro de un bosque y el sol no llega. Y es larga y pesada, muy larga y muy pesada.... Para mi, personalmente, el punto más desesperador es cuando llegas a un claro y piensas que casí estás... Pues, en este mismo punto es donde ni siquiera estás al la mitad y donde te esperan los dos replechos más duros. Llego primero y aprovecho la poca ventaja que tengo sobre Antonio y Toni para sacar la cámara para inmortalizar el momento de la coronación de los Repetidores por ellos.

Toni, el 'Barón Rojo? (búscale en la foto...) y Antonio en

el momento de la coronación de los Repetidores

Hace un frío que pela y emprendemos la bajada enseguida. A más o menos tres cuartes nos volvemos a encontrar con Antonio que estóicamente enfila bici cuesta arriba pero que hoy no tiene su día. Es su aguante y caracter que le mantienen seguir pedaleando. Se junta a nosotros y deja la montaña montaña. Ahora, cuesta abajo, es donde él destaca. Muy rápida, con una técnica impresionante y aparentamente sin miedo nos deja a todos asombrados.

Viene la parte buena, por fin. Tortilla de jamón en plato, bocata de pinchos y unas cuantas medianas. Mientras disfrutamos éstos refuerzos compartimos historias de bici, caídas sufridas, rutas recorridas, enfin nos lo pasamos bien.

Una vez los platos vacíos y los vasos sin líquido es tiempo para ir a casa. Como en las tres últimas escapadas, vía el Purgatorio. El camino que nos lleva desde el Tropic hacía esta bajada está aún congelado. Se oye un ruido placentero que sale del suelo debido a los pisatones de las gomas de los neumáticos en él. De hecho, para mí es un momento mágico. Silencio absoluto, roto por las bicis y nuestra respiración. Llegamos al Purgatorio y suena el teléfono. Mi mujer, si quiero que ella me recoga en algún sitio del pueblo. Esto es una buena noticia para mí porque así me ahorro los últimos kilómetros, rampas incuídas. Voy bajando y adelanto a Juan Manuel. Un poco más adelanto a Antonio y Toni. Le comento a Toni lo de mi mujer y continúo. Me siento un poco mal porque no he podido despedirme de los hermanos. Desde aquí entonces. Juan Manuel y Antonio, muchas gracias por una salida placentera. Espero que sigan muchas más.

En el pueblo veo como mi mujer me está esperando en un sitio donde está prohibido aparcar. Coloco la bici en la baca y sitúo la matrícula de cartón para que no me multen. Aunque no sin antes de consultar el ck (cuentakilómetros) que marca, en mi caso, 43. No está nada mal, y con gusto los sumo al contador. Llamo a Toni para ver si han llegado bien y para que pase mis disculpas a los hermanos. Me comenta que él había pinchado pero que ha llegado a casa sin mayores problemas. Menos mal.

Con Vaselina menos gasolina...